martes, 19 de mayo de 2015

REBAJAS DE POLÍTICOS

REBAJAS DE POLÍTICOS


Ya se acercan las elecciones, y este artículo va a estar dedicado a ellas. Pero más que a las propias elecciones, a su víspera y a los votantes de éstas.

El próximo 24 de mayo, como la gente sabe (O debería saber), se realizarán las elecciones municipales y autonómicas, y se renovarán los diputados del congreso y del senado, además del presidente.
Todas estas personas saben que se están jugando el sitio en tan poco tiempo, y deciden actuar: se lanzan a conquistar el pueblo. ¡Que comiencen las rebajas de políticos!

Durante un corto pero bello periodo de tiempo, los políticos descienden del Parlamento como si del Olimpo se tratase y simpatizan con el ciudadano de a pie. Te prometen más que el político de la otra esquina, y el de la esquina te promete más que este. Se les puede ver en televisión prometiéndonos  el cielo. Se les llena la boca al hablar de salir de la crisis y crear trabajo. Algunos incluso ofrecen comida a cambio de tu voto, o se lo llevan de la mano al visitar tu asilo.

Y así, los votantes, como si fuesen ovejitas, se van con el pastor que le ha prometido el prado más grande.

Fin de las elecciones. Los políticos vuelven a estar tranquilos, han conservado su sitio en el paraíso. Ya se pueden relajar. Vuelven a su asiento y hasta dentro de cuatro años, a no ser que se aparezcan por una televisión de plasma, no se les vuelve a ver, abandonando así una importante faceta de la política, que es el escuchar al pueblo.

 Y en cuanto a las promesas que hicieron en sus campañas electorales… Bueno, tenéis que entender que con la excitación que les produce la víspera electoral tampoco hablaban muy enserio.

Nos volvemos a quedar con cara de tontos cuando, una vez más, los mismos sinvergüenzas nos toman el pelo y además de volvernos a llenar con falsas esperanzas, meten tranquilamente sus dedos en nuestra hucha.

 Gran parte de la culpa es nuestra, porque saben que aun pillándoles alguna vez con las manos en la masa, dentro de unos añitos nos olvidaremos y les volveremos a votar. ¡Qué inocentes somos!

Ya que se se está acabando el curso, quiero concluir comparando la llegada de las elecciones con la jornada escolar:
Un alumno suspende el primer y el segundo trimestre y estudia sólo para los exámenes finales de Junio y Septiembre. Aunque apruebe, ¿se puede considerar un buen estudiante?
Sin embargo, un político no escucha al pueblo hasta las elecciones. Aunque finalmente le voten, ¿se puede considerar un buen político?



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